A veces, una niña aparecerá frente a tu puerta. Sentirá frío, miedo, ansiedad, y agotamiento por el largo viaje de tratar de convertirse en algo. Puede que su corazón esté roto, puede que la ira esté brotando de su cuerpo, y puede que se sienta confundida e insegura sobre quién es élla y lo que se le está pidiendo.
¿Cómo responderás cuando llame a tu puerta?
¿Le permitirás entrada, te dirigirás hacia ella con amor y curiosidad, y le proporcionarás un santuario para que pueda deshacerse en tus brazos? ¿O le pedirás primero que su temor se convierta en júbilo, que su ansiedad sane, que su confusión se vuelva claridad y que enmienda su corazón?
¿Te arriesgarás a amar profundamente y a escuchar con atención los sueños, las historias, los sentimientos y las vulnerabilidades que emanen de la pequeña que está frente a ti?
¿O la reprenderás para que "lo supere ya", para que inmediatamente perdone, incluso si no está lista para hacerlo, o para que rápidamente "trascienda" su angustia por medio de técnicas espirituales, o requerirle que permanezca inquebrantable en el momento presente? Exigiendo que primero deje ir el sueño de un yo separado.
El "otro" está siempre apareciendo, tanto en forma interna como externa. Mira con atención y verás. Externamente, en forma de las personas con las que te encuentras en relación, quienes proporcionan infinitas oportunidades para que lo recuerdes. E internamente, como el otro que aparece de la vida no vivida y en la que no ha sido recibido. Aparece de los sentimientos, emociones y material somático abandonados que han sido enviados al bosque del inconsciente, con la esperanza de protegerte de la naturaleza de espectro pleno de la jornada del corazón.
Los agotados, desenvueltos y luminosos niños del amor seguirán apareciendo, no para dañar o como un obstáculo en el camino, sino como aliados alquímicos de integración y totalidad. Por medio de sentimiento, signo, símbolo y soma, harán cualquier cosa para alcanzarte. Antes de apartarte de esa niña y exigir que sea alguien distinto a lo que es, abre la puerta y ve.
Matt Licata
¿Le permitirás entrada, te dirigirás hacia ella con amor y curiosidad, y le proporcionarás un santuario para que pueda deshacerse en tus brazos? ¿O le pedirás primero que su temor se convierta en júbilo, que su ansiedad sane, que su confusión se vuelva claridad y que enmienda su corazón?
¿Te arriesgarás a amar profundamente y a escuchar con atención los sueños, las historias, los sentimientos y las vulnerabilidades que emanen de la pequeña que está frente a ti?
¿O la reprenderás para que "lo supere ya", para que inmediatamente perdone, incluso si no está lista para hacerlo, o para que rápidamente "trascienda" su angustia por medio de técnicas espirituales, o requerirle que permanezca inquebrantable en el momento presente? Exigiendo que primero deje ir el sueño de un yo separado.
El "otro" está siempre apareciendo, tanto en forma interna como externa. Mira con atención y verás. Externamente, en forma de las personas con las que te encuentras en relación, quienes proporcionan infinitas oportunidades para que lo recuerdes. E internamente, como el otro que aparece de la vida no vivida y en la que no ha sido recibido. Aparece de los sentimientos, emociones y material somático abandonados que han sido enviados al bosque del inconsciente, con la esperanza de protegerte de la naturaleza de espectro pleno de la jornada del corazón.
Los agotados, desenvueltos y luminosos niños del amor seguirán apareciendo, no para dañar o como un obstáculo en el camino, sino como aliados alquímicos de integración y totalidad. Por medio de sentimiento, signo, símbolo y soma, harán cualquier cosa para alcanzarte. Antes de apartarte de esa niña y exigir que sea alguien distinto a lo que es, abre la puerta y ve.
Matt Licata
