Si vivimos en la mente, el corazón lo dejamos de lado.
Lo ignoramos, lo dejamos en la oscuridad.
Hay personas que se vuelven tan oscuras porque lo ignoran tanto que
se olvidan de él.
Se vuelven piedras.
Otras son todo corazón y la mente las tortura con sus pensamientos.
Son las sufridoras de la vida, los que viven apenadas, con
depresiones, tristezas y dolor.
Hay que intentar vivir con congruencia, hacer que la mente y el
corazón sean compañeros de negocios, de batallas, de diversión, de amor y de
aventuras.
No debemos convertirnos en piedra para no sufrir,
Pero tampoco podemos pasarnos la vida tomando prozac para no
sufrir,
Si llegamos a esa línea intermedia de la vida, podremos con todo.
Seremos felices, por fin!
Mignon